En su origen mis cuentos nacieron a partir de las narraciones que hice a mi hija durante toda su infancia. El punto de partida era siempre improvisado, a partir de un tema reciente o sugerido por ella, pero intentando que tuviera connotaciones significativas para su imaginario infantil. La narración se iba construyendo sobre la marcha y tomando sentido y desembocando en un final que acababa cuadrando la historia.
Mi propósito ha sido fijarlos y pulir y crear nuevas historias para así perpetuar el placer que tenía explicándolos y su transmisión a niñ@s aún deseosos de escuchar este tipo de historias.
Para ser representados en público los he dotado de más recursos visuales y expresivos. En este sentido, mi formación en teatro, danza y expresión corporal me ha posibilitado hacerlo, y precisamente he querido dar énfasis a la gestualidad, a la fisicalidad, al movimiento, al tempo…, para que complementen y sean tan importantes como la narración oral. También procuro que haya (más o menos según el cuento) participación del público infantil en momentos puntuales de la narración.
Para mí el cuento es una herramienta de alto valor pedagógico y formativo. He procurado tener en cuenta este aspecto en mis cuentos, transmitir valores y conocimientos al tiempo que entretener y alimentar la imaginación de los niñ@s. También tiene una carga simbólica que se dirige al inconsciente y el imaginario infantiles y que le ayuda en su maduración evolutiva.